jueves, 31 de mayo de 2012

Torres del Paine



Bueno, ¿qué puedo decir?,  desde que me conseguí una vida y novio, a sido difícil concentrarme en mi blog, pero mientras Floris prepara la cena (sí, es un comentario para presumir únicamente que fácilmente puede ser removido de la oración y no afectaría su comprensión) yo adelantaré mi olvidado blog.


Pues a ver, me quede en el viaje al sur de Chile, la famosa Patagonia., el fin del continente, etc, etc.  Pues en mi post pasado ni conté nada, así que sólo lo complementare con un poco de emoción y por emoción pueden entender que hablaré de pingüinos.  Pues bueno, el caso es que llegamos a punta arenas, (por favor díganme que alguien mas piensa que es interesante que lo último de chile se llame punta) pero bueno, volviendo a cosas que no harán que mis padres me nieguen como su hija, llegamos. Llegamos y pues la neta no se veía nada “life-changing”  entonces nos dedicamos a planear lo que haríamos los días que estaríamos allí. Ok, quienes me tienen en Facebook sabrán de mi pseudo depresión al enterarme que la temporada de pingüinos había acabado la semana anterior a la que íbamos nosotros. Sin embargo, después de rezarle a los santos, la madre naturaleza y Madonna cuando llegamos descubríamos que todavía se podía ver pingüinos, uff, tuve un momento de suma felicidad, como si dominos se tardara mas de media hora en una entrega de 3 pizzas familiares y por compensación me daría una pizza gratis por semana, o que Peter Pipper Pizza me diera pizza y juegos de Hockey de mesa infinitos. Pero bueno, el caso es que fui muy feliz y lo planeamos para el domingo. Y en el blog pasado les conté del viernes que fuimos a Perito Moreno. Al día siguiente fuimos a Torres del Paine, de verdad que es de las cosas más HERMOSAS que he visto en mi vida. Mientras que Floris acampó, pasó frío y escaló las torres con una mochila de muchos kilos con su ropa, comida, casa de campaña etc, yo gocé de la vista desde mi cómodo tour por automóvil con calefacción que se detenía en cada mirador a observar la vista, mientras ocasionalmente comía pringles.
   
La verdad sí quería escalar (deveritas deveritas) pero uno, no veníamos con tanto tiempo y dos, mis compañeras tampoco lo hubieran apreciado. Mejor decidimos irnos por lo gringo y gastar gasolina en vez de quemar calorías. 
   
 
Además cabe mencionar que Floris fue al final del verano y nosotros ya en otroño, lo que hacia que el viento nos arrastrará cuando nos acercamos a ver el glaciar Gray.  De torres del paine no hay mucho que pueda decir pero con las fotos sabrán a lo que me refiero. También durante el recorrido nos encontramos condores, ñus, etc, etc.

Bien bacán como dirían por acá. O bien chingón como diriamos allá.

PD Ya se que mis fotos son adorables, mis clases de fotoperiodismo surtieron efecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario